El mosquito prefiere depositar sus huevos en recipientes artificiales que contengan agua, como tambos, barriles y llantas, principalmente ubicados dentro y alrededor de las viviendas, escuelas, panteones, mercados, parques y lugares de trabajo. Los huevos de este mosquito son resistentes y pueden sobrevivir a condiciones ambientales secas por más de un año, por lo que lavar, tapar, voltear y tirar recipientes que acumulen agua, es una estrategia crucial para prevenir su propagación.
Para evitar que el mosquito se propague es necesario evitar la acumulación de agua en recipientes al aire libre, como macetas, botellas u otros objetos que puedan retener agua y convertirse en criaderos de mosquitos; asegurar de cubrir y sellar tanques y depósitos de agua para evitar la presencia de mosquitos; y mantener una adecuado cuidado de la basura, desechando los residuos en bolsas de plástico selladas.