Morelos es un estado con una rica herencia cultural y tradiciones arraigadas en sus raíces prehispánicas y coloniales.
Fundado oficialmente el 17 de abril de 1869 por decreto de Benito Juárez, Morelos surgió como una entidad autónoma con Cuernavaca como capital, consolidándose como un estado clave en el desarrollo histórico y cultural de México.
En la época prehispánica, fue habitado por los tlahuicas, una rama de los nahuas, quienes se asentaron en ciudades como Cuauhnáhuac (hoy Cuernavaca) y Tepoztlán, siendo parte del imperio mexica. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, Hernán Cortés estableció haciendas para el cultivo de caña de azúcar, transformando la economía local y utilizando mano de obra indígena.
Durante la Guerra de Independencia, Morelos fue un escenario importante de la lucha insurgente. El estado fue nombrado en honor a José María Morelos y Pavón, un líder clave en el movimiento independentista. En la Revolución Mexicana, el estado fue un epicentro del movimiento campesino liderado por Emiliano Zapata, oriundo de Anenecuilco, quien luchó por la redistribución de tierras.
Tras la Revolución, Morelos continuó siendo un estado agrícola, pero en el siglo XX Cuernavaca se convirtió en un importante destino turístico y un lugar de residencia para extranjeros y la élite mexicana. La región también se ha destacado por sus tradiciones culturales, como la danza de los Chinelos y la persistencia de costumbres indígenas.
Los 36 municipios del estado de Morelos presentan una notable diversidad en tamaño, población, economía y características culturales, cada uno contribuyendo de manera única al mosaico cultural, económico y social del estado. Esta variedad en aspectos como la economía y los atractivos turísticos permite que cada municipio desempeñe un papel especial en el contexto regional, enriqueciendo la complejidad y el dinamismo del estado.